Tener un cabello fino que con el paso de las horas pierde la frescura del lavado nos puede inducir a error y hacernos pensar que tenemos un cabello graso y utilizar un champú purificante que puede que no necesites. Y es que es bastante habitual confundir la grasa con hiperidrosis. Pero también es muy simple despejar la duda.
¿Cómo?
Tal y como nos explica el experto de MELAVITA, poniendo un trocito de pañuelo de papel sobre la raíz para que se impregne. Una vez que se haya secado ese papel, si aparece una mancha amarillenta, es grasa. De no ser así, es un exceso de sudoración, y por tanto, no deberías tratarlo como un exceso de grasa ni usar champús purificantes o específicos para cabello graso.
Ana
me encanta!
admin
nos alegramos Ana, gracias por tu comentario